El zinc es un elemento traza que desempeña diferentes funciones en el cuerpo.
Una de las funciones más conocidas del zinc es la de apoyar al sistema inmunitario. En combinación con vitamina D y vitamina C el zinc es un excelente apoyo contra resfriados1. Además, en combinación con selenio, el zinc fortalece la respuesta inmunitaria asociada con las células T 2. Las células T son un punto central en nuestro sistema inmunitario. Sin ellas no podríamos combatir muchas bacterias y virus. Las células T reconocen células enfermas en receptores específicos. Una vez que las reconocen, secretan sustancias que atraen a otras células inmunitarias que eliminan a las células enferman. Algunas células T se convierten en verdaderos aniquiladores de células. Dependiendo de las necesidades del cuerpo éstas aparecen en diferentes formas.
El zinc también es un cofactor de muchas enzimas. Las enzimas son proteínas en el cuerpo que hacen posible que ocurran muchas de las reacciones químicas que sin ellas no sucederían. Sin ellas no podríamos sobrevivir3.También el intestino se beneficia del zinc. En el intestino, este elemento apoya al sistema inmunitario y se encarga de que tengamos un tejido mucoso sano. Especialmente en el caso de personas que padecen de la enfermedad de Crohn (una enfermedad que causa inflamación en el tracto digestivo), o del síndrome de Leaky Gut (o síndrome del intestino permeable), el zinc es un elemento traza de gran importancia.
Pero este elemento no solo es indispensable para el cuerpo, también en el caso de problemas de salud mental contribuye a nuestro bienestar. El zinc puede tener efectos positivos en caso de depresión, especialmente en combinación con una terapia clásica. Normaliza el metabolismo de la glutamina en el cuerpo4. La glutamina es uno de los neurotransmisores más importantes y estimulantes de nuestro organismo y en numerosas ocasiones se presentan deficiencias de la misma cuando se padece de depresiones a causa de agotamiento. Es importante ingerir zinc de la manera adecuada. Es recomendable no ingerirlo junto con otros minerales y si se ingieren otros minerales es mejor esperar un poco para ingerirlo. Además, se recomienda tomarlo por las noches antes de irse a la cama. A veces puede causar náusea y este efecto puede disminuirse al ingerirlo por la noche. Si se sufre de náusea severa, es recomendable ingerirlo media hora antes de los alimentos.
Los preparados de zinc se encuentran en las más diversas presentaciones. El citrato de zinc es muy popular porque se absorbe bien, pero no es recomendable para las personas que padecen de intolerancia a la histamina ya que el citrato libera histamina y esto puede causar malestar. Por eso son más recomendables los quelatos de zinc (muy frecuentemente bisglicinato de zinc). Estos se toleran mejor y causan menos náusea. En el caso de los quelatos, el átomo de zinc se integra en dos aminoácidos (componentes de proteínas), lo cual lo protege de no ser atacado por los ácidos gástricos para que llegue bien al intestino.
Puede encontrar este compuesto en nuestro preparado NN Zink.
El zinc ofrece grandes beneficios y puede ser de gran ayuda en diversas situaciones difíciles.
Dr. Reinhard Pichler – www.reinhardpichler.at
Fuentes:
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